Delirios, objetos, estampas y otras formas de inspiración

Inés Bravo Abellán
25 mar 2018
2 Min. de lectura

Actualizado: 10 ago 2018

Hay gente peculiar, y luego está él. Ramón Gómez de la Serna, al que la mayoría conocemos en su faceta de escritor, perteneció a la generación de 1914 y fue una figura central de la vanguardia literaria y artística de los años veinte y treinta del siglo XX en Madrid.

Lo que muchos nos saben, es que gran parte de su inspiración, provenía directamente del lugar en el que se dedicaba a escribir, su despacho. Un lugar idílico y absolutamente original creado por él mismo que a día de hoy encontramos en forma de recreación en el centro cultural Conde Duque.

Los objetos más raros que os podáis imaginar decoraban ese espacio, su espacio. Todos ellos adquiridos en su mayoría en El Rastro, pero también en las diversas ciudades europeas que visitaba.

Por si esto era poco, paredes, techos, puertas y mobiliario estaban literalmente empapeladas de recortes, estampas o fotografías de cualquier procedencia y contenidos muy diversos (el erotismo, la muerte, lo cómico, lo fantasmagórico…) que dieron lugar a uno de los fotocollages más carismáticos del arte de la vanguardia española.

Todo esto sin olvidar que esta singular afición era herencia de su abuela, que como él mismo contó, “pegaba todas las estampas que le regalaban en los paquetes de chocolate y otras estampas de cuentos de niños y de obsequios de almacenes y perfumería. El cubículo estaba cubierto por completo.”

Como el propio nombre del blog indica, “De la mezcla, el arte”, algo con lo que Don Ramón parecía estar de acuerdo, ya que estos fotocollages de los que hablamos estaban conformados a partir de la mezcla de imágenes aparentemente inconexas, colocadas al azar.

Lo feo con lo bonito, unos granaderos ingleses levantando las extremidades y unas bailarinas haciendo lo mismo con sus preciosas piernas.

Hombre de contrastes particulares, además dibujaba. Lo que le permitió ilustrar una de sus invenciones más características, las Greguerías (Breves composiciones en prosa con comentarios ingeniosos y humorísticos sobre aspectos de la vida cotidiana, humorismo + metáfora).